jueves, 23 de junio de 2011

Discapacitados unen fuerzas contra barreras en la UNLP

nota del diario El Dia de la Plata


ENCUENTRO

"¿Hasta cuándo estaremos hablando de nuestra discapacidad?". Así comienza la carta en la que Juan Cobeñas, alumno de 2° año de Letras, invita a "compañeros discapacitados de la UNLP a reunirnos el martes 21 de junio, a las 16, en el salón Alfredo Palacios del rectorado" y a "alumnos sin discapacidad que se sientan ligados a nosotros y quieran aprender y aportar. Somos todos igualmente distintos y conocernos nos va a ayudar", resalta.

RECLAMOS DE ESTUDIANTES

Discapacitados unen fuerzas contra barreras en la UNLP

Trabajan en el armado de una organización para evitar el abandono y ayudar a funcionarios, docentes y compañeros a "entender"

Al encomiable esfuerzo que hacen a diario para estudiar pese a sus limitaciones, los alumnos discapacitados de la Universidad platense deben añadirle un sacrificio extra para sortear las que les imponen la arquitectura y los servicios, así como la actitud de muchos integrantes de la comunidad académica. Así lo hicieron saber Juan Cobeñas, quien cursa 2º año de la carrera de Letras, y Cristina Di Girolamo, ya en 4º de Psicología. Si bien reconocen que en la UNLP se están haciendo cosas, desde su vivencia cotidiana entre aulas y pasillos las definen como insuficientes. También afirman que los centros de estudiantes y las agrupaciones políticas no tienen en cuenta la problemática de la discapacidad. Por eso, con el fin de que todos sientan suya la casa de altos estudios y nadie más abandone empujado por los obstáculos, conformarán una organización para ayudar a "los funcionarios, docentes, no docentes y compañeros" a "entender".

Cuando nació, Juan Cobeñas tuvo una parálisis cerebral que le limitó casi por completo su capacidad motora y su habla, cuenta su madre Elena, quien tuvo que viajar a Inglaterra para asesorarse sobre el tratamiento porque aquí no lo aceptaban ni en las escuelas especiales. Finalmente terminó los estudios secundarios en el Colegio Belgrano de City Bell y hoy es alumno de la UNLP. Amable, respetuoso, agradecido, expresa su inocultable inteligencia mediante una pantalla táctil. A la facultad de Humanidades lo acompaña una asistente. Dice, sin rodeos: "Queremos conformar un grupo de estudiantes con discapacidad y otro sin discapacidad que lo apoye, para ubicarnos como actores políticos y sociales. Tenemos que posicionarnos para asesorar a las autoridades", enfatiza, basándose en la frase "nada de nosotros sin nosotros".

"No somos héroes", dice Juan desde su casa, en el centro platense, pero aclara que "lo que no queremos es que esto se ponga sobre la mesa, se difunda y luego de un tiempo se olvide".

Maestra jardinera y estudiante avanzada de Psicología, Cristina Di Girolamo recuerda que antes de ingresar a la Universidad estuvo 3 años dudando. Hasta que fue para adelante. Se maneja en silla de ruedas por haber sufrido un accidente, y, a propósito de lo que expresa Juan, agrega: "A veces se olvida nuestra situación. Por eso es recurrente que insistamos".

"COMPLETO"

Cuenta que en el edificio de calle 48 entre 6 y 7 "el baño adaptado está en el 7º piso. Y a los comunes no podemos ir ni a lavarnos las manos porque están diseñados de tal forma que no entra una silla de ruedas. Entonces debemos esperar el ascensor -cuando funciona, aclara-, y esa espera puede demandar media hora o más. Hasta que llega. Se abre la puerta y se escucha ¡completo!". Confiesa que esas situaciones han hecho que "más de una vez me vaya llorando a casa. Hasta que empecé a imponerme. Pero siempre pienso en cuántos se han rendido y abandonado".

Cristina enumera, sin entrar en grandes detalles, otros obstáculos. "Estuve dos años pidiendo un lugar para estacionar sobre calle 48, pero siempre que llego está ocupado. Bicicletas en las rampas y motos obstruyendo el montacargas son cosas de todos los días", cuenta y subraya: "No buscamos favoritismo, pero, por ejemplo, no podemos estar 8 horas en la facultad con 2 entre una cursada y otra. Si una persona, por cuestiones de trabajo, puede acomodar sus horarios, tendríamos que tener acceso a lo mismo".

La directora de la comisión de Discapacidad de la UNLP, Sandra Katz, señala que "hay un plan de accesibilidad sobre barreras arquitectónicas, pero ellos tienen otros tipos de reclamos que pasan por las conductas de la comunidad. Se debe armar una campaña y que le den contenido quienes padecen la situación".

Juan apunta que "es muy triste que algunos te miren como si vos no tuvieras que estar ahí. Se trata de que se den cuenta que tenemos el mismo derecho. Es tan simple como eso".

"LAS MISMAS POSIBILIDADES"

"A veces pienso en los motivos que generan esas actitudes", reconoce Cristina, tratando de comprender. "Algunos pueden pensar: 'ustedes no quieren que les tengamos lástima, entonces, si yo esperé, vos esperá'", dice en referencia al tema del ascensor y a cierta vez en que para hacer un trámite le dijeron que era "personal" y dónde debía dirigirse, pero cuando fue se encontró con una escalera. "Que tengamos las mismas posibilidades no quiere decir que tengamos el mismo acceso a ellas", remata.