- ¿Qué es un Asistente Personal?
El Asistente Personal es una figura de apoyo a las personas con diversidad
funcional (discapacidad) que no ha sido contemplada hasta muy
recientemente en el mundo de los servicios sociales en España, a pesar de ser
muy conocida en Estados Unidos desde hace más de treinta años y en una
decena de países europeos desde hace más de veinte años.
A día de hoy, esta figura empieza a ser considerada especialmente en la
legislación relacionada con la promoción de la autonomía y de la atención a las
personas en situación de dependencia así como en proyectos que comienzan a
desarrollarse.
Un Asistente Personal es una persona que ayuda a otra a desarrollar su vida.
El Asistente Personal es por tanto aquella persona que realiza o ayuda a
realizar las tareas de la vida diaria a otra persona que por su situación, bien
sea por una diversidad funcional o por otros motivos, no puede realizarlas por
sí misma.
Esta ayuda está regulada por un contrato profesional en el que el usuario o
usuaria, habitualmente la persona con diversidad funcional o el representante
legal de una persona con diversidad funcional, es la parte contratante. La
existencia del Asistente Personal se basa en el deseo y el derecho de las
personas con diversidad funcional a controlar su propia vida y a vivirla con la
dignidad que conlleva estar en igualdad de oportunidades con el resto de la
ciudadanía.
Existe un grupo cada vez más amplio de personas que tiene mermada su
autonomía física, pero no por ello han perdido su capacidad de decidir cómo
quieren vivir. Un caso muy característico es la persona que tiene una tetraplejia
y por lo tanto no puede manejar bien sus manos, sus brazos y sus piernas. Por
ello necesita ayuda para vestirse, para lavarse, para comer, para beber, para
tomar notas, para conducir, para desplazarse, para ir al baño, etc. Sin
embargo, a pesar de no poder realizar de manera autónoma todas estas
tareas, mantiene plenamente la capacidad de tomar decisiones y por lo tanto
de elegir las actividades que quiere realizar, cuándo y con quién quiere
realizarlas.
Esta persona puede acudir regularmente a un trabajo, estudiar, viajar, ir al cine,
ir de compras, llevar a sus hijos al colegio, etc. pero para ello necesita la
compañía de otra persona que le ayude a comer, a conducir, a desplazarse, a
beber, etc. Esta segunda o tercera persona es el Asistente Personal.
El Asistente Personal acompaña a la persona, tradicionalmente una persona
discriminada por su diversidad funcional, para realizar las tareas que ésta le
indica cuando se le indica, convirtiéndose así en sus brazos, sus ojos, sus
oídos, etc.
Un asistente y la persona a la que asiste están unidos por una relación
contractual de carácter laboral, independientemente de su relación a nivel
personal. En esta relación laboral, las decisiones las toma persona con
diversidad funcional que recibe la asistencia.
El Asistente Personal tiene sus derechos establecidos y regulados con
antelación, a fin de evitar malos entendidos y entiende que trabaja para su "jefe
o jefa", estando a su disposición mientras dura su horario de trabajo. Durante
ese tiempo, las decisiones recaen en la persona con diversidad funcional y el
Asistente Personal colabora en la medida necesaria para que las decisiones
sean llevadas a cabo.
Un Asistente Personal puede desarrollar su tarea trabajando para varias
personas, al igual que una persona con diversidad funcional, debido a la
amplitud de los apoyos que necesita, puede necesitar tener varios asistentes
personales trabajando para ella.
- ¿Qué tareas se desarrollan en la asistencia personal?
El perfil del Asistente Personal vendrá definido por las tareas que éste tendrá
que realizar con la persona a la que asiste, por lo tanto no existe un perfil único
aunque partimos de que el Asistente Personal es una persona de apoyo y
ayuda. Las tareas a desarrollar por un Asistente Personal son múltiples y a
veces difíciles de definir, al mismo tiempo que sencillas de comprender y
llevar a cabo, ya que son aquellas que una persona necesita que hagan por
ella.
Así pueden ser labores de acompañamiento, características de una persona
con diversidad funcional visual y de personas mayores. En el caso de personas
con diversidad funcional intelectual, los asistentes personales pueden, por
ejemplo, realizar tareas de apoyo a la toma de decisiones y a la estructuración
de la vida diaria. También pueden servir de apoyo en momentos de crisis para
las personas con diversidad funcional mental, siguiendo instrucciones
previamente estipuladas por el usuario. Y también pueden realizar tareas como
pasar páginas, hacer la compra, conducir, tomar notas, marcar el teléfono,
colocar cosas, limpiar, ayudar en la higiene personal, acompañar en el trabajo y
un largo de etcétera, que es imposible acotar, para personas con diversidad
funcional física.
Un/a Asistente Personal puede realizar cualquier tarea dependiendo de la
situación en que se encuentre la persona a la que presta su trabajo. Las tareas
vendrán definidas por las diferencias funcionales de la persona para la que el
Asistente Personal desarrolle su tarea y serán siempre previamente pactadas
por ambas partes.
Podemos dividir las principales tareas en diferentes áreas:
- Personales
- Hogar
- Acompañamiento
- Conducción
- Interpretación
- Coordinación
- Excepcionales
- Especiales
• Tareas personales: serán todas aquellas que están relacionadas
directamente con la persona, tales como el aseo (lavar, duchar, afeitar,
depilar, etc.), vestirse, levantarse de la cama, ayuda en las necesidades
fisiológicas, ayuda para comer, beber, desvestirse y acostarse,
preparación y toma de medicamentos. Atender el teléfono, tomar notas,
pasar páginas etc.
• Tareas del hogar: las que se realizan dentro de la vivienda, desde la
limpieza de la propia vivienda, pasando por hacer las camas, ordenar la
ropa, utilizar los electrodomésticos, hasta hacer la comida o atender a
animales o plantas.
• Tareas de acompañamiento: se trata de acompañar a la persona con
diversidad funcional (independientemente de su edad) en su casa, en el
trabajo, en la calle (bien sea para gestionar papeles, ir al banco o a la
compra), en los viajes y en las actividades de ocio. Así como en el
tiempo de vacaciones.
• Tareas de conducción: cuando además de acompañar, el asistente
tiene que conducir un coche, ya sea para llevar o recoger a la persona
con diversidad funcional, acompañarla a recoger a terceros, etc..
• Tareas de Comunicación: se refiere tanto a la interpretación en Lengua
de Signos para personas con diversidad funcional auditiva, como a la
interpretación de los diferentes Sistemas Alternativos de Comunicación
que en ocasiones utilizan personas con limitaciones en la comunicación,
(p. ej. Algunas personas con parálisis cerebral)
• Tareas de coordinación: las referidas a la planificación del día a día y a
la ayuda de toma de decisiones.
• Tareas excepcionales: serán aquellas que vienen provocadas por una
crisis de la persona asistida (que puede ser de carácter físico o
psíquico). Se actuará siempre ateniéndose a un protocolo previamente
establecido para tales casos por la propia persona asistida.
• Tareas especiales: las referidas a actividades relacionadas con las
relaciones sexuales (entendiendo por estas las que implican el
acompañamiento o ayuda en la preparación). En algunos países
(Alemania, Dinamarca) existe la figura del asistente sexual.
- ¿Qué formación debe tener el Asistente Personal
Existe la tendencia generalizada a creer que un Asistente Personal necesita
una formación reglada y específica para poder servir de apoyo a una persona
con diversidad funcional.
1. Esta creencia puede ser cierta, en función de las necesidades que precise
la persona con diversidad funcional, pero es muy difícil definir cuál es esa
formación. La realidad es que la formación que se precisa para poder
apoyar a una persona con diversidad funcional depende de cada persona.
Así, una persona que tenga una tetraplegia no tendrá las mismas
necesidades que una persona que tenga diversidad funcional visual. Pero
sobre todo, lo más importante es la relación entre la persona y su asistente
y la comprensión de la función que hace un Asistente Personal.
Por lo tanto, para realizar este trabajo no se precisa titulación académica de
alto nivel, pero sí puede existir y acreditarse una formación específica para el
desarrollo de esta profesión, siendo muy recomendable desarrollar
complementariamente un entrenamiento en habilidades sociales que permita
que los Asistente Personal dispongan de conocimientos suficientes para
desenvolverse y conducirse en las relaciones interpersonales con la persona
con diversidad funcional, de cara a conseguir los objetivos propuestos en un
clima de respeto mutuo.
También es muy importante que el Asistente Personal esté formado en la
filosofía de vida independiente para que comprenda los equilibrios de la
relación con la persona con diversidad funcional y comprenda que su función
no es suplir su voluntad, sino colaborar con ella para llevarla a cabo.
Un Asistente Personal puede no tener ninguna formación, o tener una gran
formación, pero lo más importante es que sepa estar y apoyar a las persona
con diversidad funcional en las tareas y funciones que ésta designe. En
principio cualquier persona mayor de edad puede ser Asistente Personal. No es
tanto la formación como la actitud y la predisposición del Asistente Personal lo
que en la mayoría de los casos se valora.
A pesar de todo, hay personas con diversidad funcional que requieren algún
tipo de apoyo específico tales como atención sanitaria específica no
especializada, suplencia en la conducción, etcétera que pueden requerir alguna
titulación que debe ser definida por el propio usuario.
Independientemente de la formación y titulación del Asistente Personal, esta
figura es la de un profesional que trabaja para una persona con diversidad
funcional, y como trabajador tiene unos derechos y obligaciones reconocidas.
Debe reconocerse su propio convenio así como la retribución a la Seguridad
Social, de forma que iguale la figura del Asistente Personal con cualquier otro
colectivo de trabajadores.